¿Es pecado la preocupación?

 

¿Es pecado la preocupación?

 

Todos tenemos que admitir que la preocupación es una tentación común en la vida, para muchos se ha convertido en el pasatiempo favorito. En Costa Rica El 32,1% de la población presenta una afectación crítica en su salud mental, las mujeres enfrentan mayor temor frente a diferentes preocupaciones tales como trabajo, economía, salud, entre otros, mujeres de 36 a 40 años y 51 a 55 años de edad son las más afectadas. La sociedad más influyente en el mundo, Estados Unidos de América es también la sociedad más llena de preocupaciones, las enfermedades mentales y drogas son una indicación de esas preocupaciones, sin importar si se trata de un país pequeño como Costa Rica o el más influyente como Estados Unidos de América pareciera que es el mismo común denominador para todos el estrés y las preocupaciones nos tienen enfermos, nos están disparando a índices en salud que antes parecían imposibles.

¿Está bien preocuparse? ¿Para el cristiano, el preocuparse es contrario a la fe en Cristo? Jesús categóricamente prohibió la preocupación en un pasaje conocido del Sermón del Monte, Mateo 6:25-34. Tres veces en ese breve pasaje, él nos ordena: “No os afanéis” y la forma en que lo dijo muestra lo exhaustivo de su importancia. Él reconoce en el versículo 25 que la preocupación es una práctica común y dice: “deja de afanarte” en los versículos 31 y 34, usa la misma palabra, pero en una manera que significa “ni siquiera empieces a preocuparte” Continuar preocupándose por algo, o empezar a preocuparse en primer lugar, es violar el mandamiento del Señor. Pero como se supone que pueda vivir en este mundo donde todo y cuando digo todo, es que todo nos conduce a vivir preocupados, si usted se preocupa, ¿qué clase de fe manifiesta? “Poca fe” de acuerdo con Jesús (Mat. 6:30). Si usted es hijo de Dios, por definición tiene un Padre Celestial todo poderoso. Vivir como si no lo tuviese preguntándose nerviosamente, ¿Qué comeré? ¿Qué beberé? ¿Con qué me vestiré? Pensar de esta manera es actuar como un incrédulo ante los ojos de Dios (v.31-32). Piénselo de esta manera: los cristianos que se preocupan, creen que Dios puede redimirlos, romper las cadenas de Satanás, llevarlos del infierno al cielo, colocarlos en su reino y darles vida eterna pero no creen que les puede ayudar a sobrevivir los próximos días, eso es ridículo, ¿no es cierto? Que podamos creer que Dios nos da un regalo grandioso y luego tropezar y no creer que él puede suplir y solucionar uno tan pequeño como nuestro vestido, nuestra comida, nuestra salud etc. Esto solo revela una falta vergonzosa de fe.

 El preocupado vive encadenado a la desesperación Alguien puede decir, “¿Por qué hacer de la preocupación un gran asunto? Es un pecado trivial insignificante” No, no lo es. Creo que una mayoría de enfermedades mentales y algunas enfermedades físicas están directamente relacionadas con la preocupación, muchos casos de embriaguez y de adicción a las drogas son síntomas de la preocupación y a causa de la preocupación, muchos toman decisiones como el homicidio o suicidio, cayendo en situaciones dolorosas, con consecuencias eternas.

 La preocupación es devastadora. Pero aún más importante que lo que la preocupación le hace a usted, es lo que le estás comunicando a Dios con tu preocupación. Cuando usted se preocupa le está diciendo a Dios que no confía en él, la preocupación lo ataca a usted como persona pero, en nada afecta su preocupación a Dios, quiero decir él no se va a conmover y dirá pobre está demasiado preocupado que le pondré en especial cuidado. no, él seguirá siendo el mismo, él seguirá proveyendo en todas las situaciones a usted y a todos sus hijos y a los hijos de sus hijos que están bajo el pacto y que han sido lavados y salvados por el sacrificio de su hijo en la cruz, por lo que su preocupación simplemente está de más.

El preocupado no cree en la Escritura, como cristianos podemos creer en la veracidad de la Escritura y después vivir preocupados permanentemente. Si usted hace eso, déjeme decirle que  es irracional tanto filosófica como teológicamente, decir cuánto cree en la Biblia y después preocuparse si Dios cumplirá lo que dice en ella no tiene sustento en la vida de un verdadero creyente.

El preocupado es dominado por las circunstancias cuando se preocupa, está escogiendo ser dominado por sus circunstancias en vez de por la verdad de Dios. Los acontecimientos y las pruebas de la vida son mínimos en comparación a la grandeza de la salvación. Quiero que se dé cuenta de lo siguiente, Creer que Dios puede salvarle del infierno eterno, pero que no puede ayudarle en las cosas prácticas de la vida es un poco confuso no lo cree. El apóstol Pablo muestra un deseo similar en Efesios 1:18-19: “Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que Él os ha llamado y cuáles las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos y cuál la supereminente grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de Su fuerza” Cuando vea que se está preocupando, acuda a la Escritura y permita que Dios abra sus ojos nuevamente.

El preocupado no confía en Dios, definamos preocupación: Es un estado de desasosiego, inquietud y temor como ven no es para nada aquel sentimiento de lucha ante la adversidad, la falta de trabajo, la enfermedad, o cualquier condición similar a las que estoy citando. No, la preocupación es aquel pensamiento constante en nuestra mente que no nos permite entregarnos, no nos deja pensar con claridad y en la mayoría de las ocasiones la preocupación nos produce pensamientos negativos. Creo que nunca he escuchado a alguien decir estoy preocupado porque todo me está saliendo tan bien que de seguro este éxito me catapulta para lograr cosas increíbles en mi vida. ¿No verdad? La preocupación siempre es negativa y esta te limita física, y sicológicamente, la preocupación te lleva a no confiar, a no tomar buenas decisiones te lleva a la duda y a la desesperanza, pero hay un remedio efectivo, estudie la Palabra de Dios para descubrir quién es Él realmente y cómo ha suplido las necesidades de Su pueblo en el pasado, eso le dará confianza para su futuro, manténgase en la Palabra diariamente para que Dios esté en su mente. Si no, Satanás es capaz de entrar en ese vacío y tentarlo a preocuparse por algo.

 Permita que el camino de Dios registrado en las Escrituras y en su propia vida le asegure que la preocupación no es necesaria debido a la grandeza de Dios, recuerde de como Dios le ha librado a usted en el pasado y aférrese a las promesas de Dios.

Entonces usted puede pensar, es que no tengo fe, por eso me cuesta tanto creer y claro eso es cierto, porque es una característica de los incrédulos, la falta de fe, pero usted es un creyente. Cuando vivimos preocupados dudamos de todo y la duda es contraria a la fe. No digo esto por qué yo este libre de dudar, no al contrario me pasa igual que a usted, pero la biblia nos muestra cuál es el camino “no os afanéis” ¿fácil decirlo verdad? ¿Pero qué tal vivirlo?

 La preocupación no es sabia por nuestro futuro Jesús dijo, “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán, Basta a cada día su propio mal” (Mat 6:34). Él decía, “No te preocupes por el futuro. Aunque El futuro tenga sus problemas, también tienen una forma de resolverse en su propio tiempo. Enfréntalos a medida que vengan, porque no hay forma de solucionarlos antes de tiempo”.

Proveer para el mañana es bueno, pero preocuparse por el mañana es pecado, porque Dios es el Dios del mañana así como es el Dios de hoy. Lamentaciones 3:23 dice que Sus misericordias son nuevas “cada mañana”. Él nos alimenta como lo hizo a los hijos de Israel con el maná suficiente para ese día. La preocupación lo paraliza y no le permite hacer nada productivo, la preocupación buscará llevar su mente hacia el más tarde, hacia el mañana, para que encuentre algo por lo cual preocuparse esa es la naturaleza de su mente actual rehúse hacerlo. El Señor dice que ya tienes suficiente que tratar hoy.

 Aplique los recursos de hoy a las necesidades de hoy o perderá el gozo actual, la mente nos distrae bastante, ella está siempre reaccionando al entorno, no se desenfoque de su objetivo principal pero sin caer en la preocupación, nuestra mente inconsciente buscará siempre como poder llevarnos a eso que ella cree que es lo mejor para usted y si usted vive en la preocupación para su mente ese es el estado idóneo y te llevará ahí cuántas veces ella pueda. Y usted dice ¿cómo puede ser esto? Permítame explicarles algo simple una ves que lo entiendas.

 El ser humano siempre está pensando en mil cosas diferentes, usted tiene entre 60.000 y 90.000 pensamientos al día diferentes. Trabajo, familia, hijos, salud, noticias, el vecino, estudios, economía, la iglesia, el carro, el viaje y así sigue y sigue. Lo peor es que el 90% de estos son preocupaciones y pensamientos negativos, que un 95% nunca sucederán y Dios nos guarde de que todo lo que pensamos sucediera nuestra vida sería un caos, pero inconscientemente estamos siempre tratando de resolverlos todos y cada uno de ellos, y esto se vuelve cansado, terminas exhausto de intentarlo todo el día y te vas a la cama y seguís tratando, en tus sueños se refleja tu estado y no descansas, amaneces cansado como si no hubieras dormido y has vivido tanto tiempo así que para tu mente consiente vivir así es lo natural y cuando estas en calma tu mente vuelve a saltar con un pensamiento nuevo y no puedes concentrarte por lo que se vuelve imposible no preocuparnos y esto va en sentido contrario a la palabra de Dios.

 

Si no lo crees hagamos un ejercicio, vas a cerrar tus ojos trata de que nada te distraiga y relájate cinco minutos, solo que sabiendo esto se consiente de cuántos pensamientos emergen aun en esa quietud, y te vas a dar cuenta de que nuestra mente está acostumbrada a no detenerse aun cuando lo deseamos, la solución a esto no depende de usted, depende de Dios pero de forma consiente usted puede buscar la palabra, la alabanza y la quietud, para meditar su verdad.

 Dios le da el glorioso regalo de la vida hoy, viva en la luz y completo gozo presente, usando los recursos que Dios provee. No avance hacia el futuro ni deje el gozo del día por un anticipado mañana que tal vez no llegará. Hoy es todo lo que realmente tiene, pues Dios no permite a ninguno de nosotros vivir el mañana hasta que se convierta en hoy, así como el espíritu del profeta está sujeto al profeta de igual manera nuestra mente debe estar sujeta a nuestro consiente.

 La biblia dice llevando todo pensamiento cautivo a la obediencia de cristo y también dice, renovando nuestra manera de pensar, también dice si algo es justo, bueno, de buen nombres en esto piensen. Si no es algo de provecho para que tengo que gastar energía y sacrificar mí tranquilidad emocional por algo que es basura.

 Entienda Dios le da la fuerza un día a la vez. Él le da lo que necesita cuando lo necesita y no lo carga excesivamente. Probablemente, su peor temor nunca se vuelva realidad probablemente el señor te dará la salida de la manera más poco común de manera que usted podrá verse sorprendido ante la solución proporcionada por el señor. Si nos preocupamos por el futuro hoy, empeoramos nuestro dolor, “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8). Eso significa que Él seguirá haciendo mañana lo mismo que hizo ayer. Si tiene alguna pregunta sobre el futuro, miré hacia el pasado. ¿Le sostuvo en ese entonces? No se preocupe Él lo sostendrá en el futuro, tampoco quiera saberlo y conocerlo todo, aún las cosas ocultas le pertenecen a Dios y el traerá toda obra oculta a la luz ésta sea buena o sea mala.

Por Scott Ramírez

Creciendo en Gracia.