La falsa y pobre enceñanza de hoy en día
Parece que nunca hemos leído acerca de las advertencias de el apóstol Pablo, Pedro Judas y el mismo Jesús sobre las falsas doctrinas, los falsos maestros y de las enseñanzas vacías Muchos parecen estar persuadidos por: "rico y me he enriquecido y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” (Apocalipsis 3:17).
La iglesia de hoy esta llena de los falsos maestros, los saboteadores doctrinales y el terrorismo espiritual la ignorancia bíblica dentro de la Iglesia puede ser más profunda y avanzada que en cualquier otro tiempo, estamos muy acostumbrados a ir a la iglesia en domingo escuchar el sermón decir amén a todo lo que dice el predicador y no es que este mal pero ¿nos hemos detenido a pensar en lo que estamos escuchando? ¿tiene usted la capacidad de analizar el contenido del sermón a la luz de las escrituras? yo he escuchado predicaciones en una congregación sin que el ministro abra la biblia y a otros usándola lo menos posible y lo siento si no le gusta pero no nos reunimos en el templo para escuchar el razonamiento de un hombre acerca de su conocimiento de las escrituras, nos reunimos para dos cosas fundamentales y si no están presentes deberías correr de ese lugar.
1- darle al Señor la alabanza y la gloria
2- escuchar su palabra.
Ahora, puede usted dudar de lo que le digo sí, pero le invito a que compare un sermón típico de hoy en día con uno escogido al azar de cualquier predicador evangélico popular publicado antes del año 1850. Compare también la literatura cristiana con cualquier publicación de una editorial evangélica de hace más de 100 años, encontrará grandes y abismales diferencias ¿y porque? ¿no es la misma palabra? ¿no es el mismo espíritu? ¿no nos reunimos con el mismo propósito, acaso no sentimos lo mismo?
La enseñanza bíblica, aún en los mejores lugares de hoy, ha sido deliberadamente simplificada, generalizada, hecha más superficial, adaptada al nivel más bajo y luego acomodada para agradar a personas de poca atención y aquí muchos pueden simplemente irse pero les recuerdo el pasaje de la escritura en Juan 6.
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? de Juan 6: 63 al 67
John Macarthur escribió lo siguiente:
"Los sermones en las iglesias son siempre breves, simples, con tantas referencias a la cultura moderna como sea posible y cargados con anécdotas e ilustraciones. (Chistes e historias graciosas extraídos de la experiencia personal" (final de la cita)
Estos son preferidos a las referencias y analogías tomadas de la Escritura misma. Los temas de un sermón típico se centran en los problemas del hombre tales como las relaciones personales, una vida exitosa, el autoestima, cómo lograr esto o aquello, y claro es lo que queremos escuchar excluyendo muchos de los temas doctrinales de la Escritura que exaltan a Cristo. Lo que muchos predicadores contemporáneos hacen es virtualmente opuesto a lo que Pablo describió cuando dijo que:
“no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios” (Hechos 20:27).
Pablo predicó a culturas perversas carnales y violentas y aún así nunca torció su mensaje ni lo adapto para agradar a sus oyentes.
"Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad y mucho temor y temblor y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. (1 Corintios 2:1-5)
"Me he hecho a los judíos como judío… a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley. Me he hecho débil a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos” (1 Corintios 9:20-22), él estaba describiendo cómo se convirtió en un siervo de todos y el compañero de aquellos a quienes estaba tratando de alcanzar, en otras palabras, evitó ser él mismo una piedra de tropiezo. Él no dijo que adaptó el mensaje del Evangelio él no adoptó métodos para adaptarse a los gustos de la cultura mundana.
Pablo no pensó suplir las preferencias particulares de la generación y no usó trucos para llamar la atención. El ministerio público de Pablo nunca se pudo describir como un espectáculo. Quiso dejar en claro a todos (incluyendo a los corintios conversos) que las vidas y corazones son renovados por medio de la Palabra de Dios y nada más, de ese modo, ellos comenzarían a comprender y a apreciar el poder del mensaje del Evangelio.
La corrección no nos agrada creo que a nadie pero si esto que escribo a servido para abrir tus ojos o para llamar tu atención entonces él propósito se cumplió.
Hermano y amigo lector es Eminente el regreso de Cristo por su iglesia por todos aquellos a los que él ama y debes estar atento, no duermas, aviva el fuego del espíritu y el don que hay en ti y digamos todos como cierra el apóstol Juan el libro de Revelación
¡Sí ven señor Jesús, amén!
Por Scott Ramírez
Creciendo en Gracia
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