Manso y humilde
Probablemente, la mansedumbre sea la cualidad menos admirada en el carácter de las personas hoy en día.
Y sin embargo, la Persona más grande que jamás haya vivido era un hombre manso y humilde.
Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón (Mateo 11:29) Jesús es ejemplo de mansedumbre durante Su primera venida, sin envargo así como siempre estuvo lleno de sabiduría y mansedumbre, el demostró que estaba lleno de el poder de Dios.
Los que le siguen, también demostrarán mansedumbre o gracia como fruto de una vida llena del Espíritu (Gálatas 5:22 y 23)
La mansedumbre es una actitud humilde que se expresa en la paciencia ante las ofensas. La persona apacible es un sinónimo de virtud que Implica poder comprender, tener la capacidad de guiar y paciencia para esperar y soportar al que no camina igual que usted, demostrando verdaderamente el amor al prójimo, término mal usado que se acomoda en dar a alguien normalmente de lo que me sobra en ves de enseñar, tolerar y soportar al prójimo.
La mansedumbre no es debilidad, es poder bajo control. Como el escritor de los Proverbios dice: Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad (16:32).
Por el contrario, una persona que no es manso es comparada a una ciudad derribada y sin muro (Proverbios 25:28) Las personas que viven en mansedumbre siempre utiliza sus recursos de forma apropiada, a diferencia de las emociones fuera de control que tan a menudo son destructivas y no deberían tener lugar en su vida como creyente.
Por Scott Ramirez
Creciendo en Gracia
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