Una situación embarazosa

 Hoy en día el amor en la pareja se está perdiendo y el verdadero compromiso que debería ser visible desde la etapa de noviazgo se a relegado a un simple enamoramiento erótico y carnal, dejando por fuera el verdadero significado de una relación nacida en el corazón de Dios.

Hace un poco más de 2000 años una pareja estaba destinada para cumplir uno de los propósitos más sagrados para los que profesamos ser cristianos.

¿Ha imaginado estar en el lugar de José? Piense en qué problema se encontraba. 

1- José, un hombre recto, comprometido con una joven casta. 

2- El futuro parecía brillante mientras que planificaba construir una familia con su futura esposa.

3- Pero entonces él oye la impactante noticia: María está embarazada. Ese era un gran problema para José, especialmente porque él obviamente no era el padre del niño. 

¿Qué haría usted?

Al principio, la noticia del embarazo de María le trajo a José un doble problema. 

1- Él  es una persona solidaria y responsable, preocupada por hacer lo correcto no estaba dispuesto a continuar con sus planes originales obviamente una vez que percibió que una parte crucial de los mismos ya no eran aceptables.

2- Su dificultad se intensificó, ya que al ser un hombre recto, vivía preocupado por hacer lo que era correcto de acuerdo a la Ley de Dios. 

Al comienzo, cuando José se dio cuenta de que María estaba embarazada sabía que no podía seguir adelante con su matrimonio. Sabía que él no era el padre y tuvo que asumir que otro hombre lo era.

Ahora imaginemos esto solo durante un pequeño momento, la biblia no nos aclara exactamente cuánto tiempo pasó desde que José se dio cuenta de que María estaba embarazada hasta que el angel hablo con él en sueños, pudo haber sido minutos, días y hasta algunas semanas. Es de imaginar lo que puede sentir: Irá, rabia, dolor, angustia, una serie de sentimientos encontrados, hablo de la parte humana, la biblia dice que él era un hombre justo, no que era inmune a los pensamientos de traición, vergüenza, del que dirán, la crítica de la sociedad y todo lo que nos pueda pasar por la mente ante una revelación de tal magnitud.

Una decisión difícil de José sería cómo debía tratar entonces a María. El ama a María, se va a casar con ella, seguramente juntos ya había tratado de pensar cómo sería su vida de casados, viviremos aquí la casa tendrá esto y aquello conversaciones llenas de ilusión y deseo de estar ya juntos. ¿O nunca les pasó el estar con su novio o novia y que llegará la hora de retirarse y desear que el tiempo no se acelerará tanto para poder estar juntos ese día?

Pero José enfrentaba la terrible desición  de contar aquello a su familia de una vez y avergonzarla públicamente (una práctica común en aquellos días cuando una mujer era infiel) y más aún ante la posibilidad de exigir su muerte, según establecía Deuteronomio 22:23–24. No sabemos si sentía ira, resentimiento o amargura, pero experimentó en sus adentros la frustración por lo que tuvo que asumir, la realidad no solo de que sería el "has me reír" de los jóvenes en su bario de sus amigos y familiares.

Les invito a imaginar con migo lo siguiente:

Eres una persona de principios, de una familia respetada, descendiente de un linaje intachable, tus amigos te admiran los padres de tus amigos desean que sus hijos se parezcan a este José que está apunto de casarse con una hermosa joven la cual también proviene de una gran familia ya que su linaje así lo dice en el libro de Mateo Cap 1: 1-16.

 Sin embargo, la preocupación de José no era principalmente su propia deshonra y vergüenza, sino María. Mateo 1:19 dice: José su marido como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.

Cuando lo lees parece simple pero no lo es; Por lo tanto, el plan de José era divorciarse de María en secreto, por lo que ella no tendría que soportar la vergüenza en su comunidad si conocían su supuesto pecado. No hay muchos esposos o futuros esposos que muestren sentir tal firme y profundo amor por sus esposas o futuras esposas.

Eventualmente, por supuesto, cuando el matrimonio no se hubiera consumado, todos habrían descubierto que algo estaba mal. Mientras tanto, María estaría protegida de la humillación y la muerte.

El Señor, sin embargo, en su providencia soberana y maravillosa gracia, intervino directamente y le evitó a José el trauma adicional de concretar sus planes de divorcio. 

Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. (Mateo 1:20). Ese versículo subraya el carácter milagroso del nacimiento virginal y el carácter sobrenatural que rodea todo el evento. También nos proporciona a nosotros al llamar a José (hijo de David) la garantía divina de que Jesús tenía linaje real genuino que llegó legalmente a través de José como un descendiente del rey David.

Las palabras del Ángel ofrecen el máximo y más irrefutable testimonio a la verdad esencial del nacimiento virginal y a la respuesta adecuada que José debía tener ante la situación extraordinaria de María.

¿Que les parece la forma en que nuestro señor sale al rescate de los múltiples pensamientos que aquejaban a José en ese momento? muchas veces nosotros mismos estamos envueltos en momentos difíciles y nuestra forma de accionar no es la más adecuada. No es necesario vivir la misma situación para demostrar que como hijos de Dios la salida no depende de nosotros sino del control divino de nuestro padre y su voluntad perfecta.


Por Scott Ramirez

Creciendo en gracia









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